¿Cuándo van a volver ustedes por aquí?

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Termina la misión solidaria de Cirujanos en Acción y Hernia International que ha llevado al Dr. César Ramírez Plaza y a otros seis profesionales sanitarios a Ecuador. Desde el Instituto Quirúrgico de Andalucía destacamos que de una misión solidaria todos salen beneficiados: el que recibe la ayuda, obvio, pero también el que la presta. Una vivencia que, a pesar de la dureza y exigencia del sacrificio que exige, ha aportado a todos y cada uno de los miembros de la expedición un crecimiento personal y profesional considerable. Publicamos aquí la última reflexión del Dr. César Ramírez que en breve servirá de broche de oro para el Blog Bisturíes Solidarios de Diario Sur.

fachada-mantaHoy es el aniversario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón y una fecha en la que todo tipo de posturas, actitudes y nombres para ella se diversifican en América Latina, habiendo resultado un intento fallido el del ministro español Faustino Rodríguez San Pedro cuando, siendo presidente de la Unión Ibero- Americana, quiso en 1912 establecer bajo el nombre de “Día de la Raza” una celebración panamericana aceptada de esta fecha. Os puedo decir que en Ecuador he preguntado y el nombre de la onomástica es de “Día de la Interculturalidad y de la Plurinacionalidad”, y absolutamente nadie festeja nada, no es feriado y pasa sin pena ni gloria. Ni para bien ni para mal; es un día normal.

ultimo paciente operado por cesar ramirez en ecuadorNosotros ya hoy hemos terminado nuestra actividad con una enorme sensación de objetivos cumplidos y habiendo vivido la experiencia con una intensidad cercana a la extenuación física. Realmente estamos agotados y ya con las maletas preparadas; cuando se edite esta última entrada del blog de “Bisturíes Solidarios” de 2016 estaremos ya ante el último esfuerzo, un viaje de regreso de 22 horas con dos escalas, de Manta a Quito, de Quito a Madrid y, en el caso de Paco Gómez y mío, de Madrid a Málaga; en el caso de Paul Wilkins, nuestro compañero anestesista que viene de Australia, le llevará casi 72 horas con vuelos de Manta a Quito, estancia nocturna en Quito, vuelo de Quito a Houston, de Houston a Los Ángeles y de Los Ángeles a Sidney. Manta, por cierto, es una ciudad de las más grandes de la provincia de Manabí y se localiza en la costa del Océano Pacífico muy próxima al epicentro del terremoto del 16 de Abril de este año (que hundió e hizo desaparecer prácticamente la turística ciudad de Pedernales) y en la que las secuelas del mismo están presentes en muchos de los edificios de sus calles (de los que cuelgan carteles de auto-estímulo de su pueblo para seguir adelante) y en un aeropuerto que parece más bien de campaña o de broma en su terminal, y no algo real. Aquí ha comenzado nuestro viaje de regreso.

Un deseo: Ecuador, país emergente

calle de manta en ecuador cirugiaLa despedida de la gentes del hospital y de la ciudad que nos han acogido y tan bien tratado durante estos días ha sido muy emotiva y eso en sí ya justifica el esfuerzo realizado. Estamos ante un pueblo de gente buena y sincera, que sabe ser feliz y disfrutar con lo que tiene, que en la mayoría de las ocasiones es poco, y que vive a su ritmo intentando crecer poco a poco y contando con la que la naturaleza nos les haga pasar tragos amargos y dramáticos como los de este año. Aún les queda mucho trabajo por hacer, porque un país no es soberano ni libre hasta que todas sus personas son iguales e igualmente tratadas ante los derechos esenciales a educación, justicia y asistencia ante la enfermedad, y eso aquí no pasa todavía. Espero que sus políticos estén inspirados y permitan que un país con la riqueza de Ecuador siga dando pasos al frente en el camino de convertirse, por fin, en un país emergente.

Gracias Ecuador y hasta pronto

Las últimas líneas de este blog de 2016 han de ser las de agradecimiento, empezando por los miembros del equipo quirúrgico: el saber estar y la experiencia de Alejandro Unda, que se nos quedó corto; las ganas insaciables de operar y de aprender de Olga Morató, siempre para adelante; la voluntad puesta a disposición del talento de José Luís Guerrero, ambas dos virtudes esenciales; la tenacidad y perseverancia unidas al buen humor de Paco Gómez, que no sabe vivir sin ser un currante y al que la corbata no le va a quitar nunca el barro de los zapatos; la serenidad y meticulosidad en el quirófano de Ana Sepúlveda, siempre unida a su sonrisa contagiosa; la veteranía de Leo Mittereger y el libre albedrío de su entender de la cirugía; y, finalmente, la voluntad y esfuerzo intenso de Paul Wilkins, un gran anestesista luchando contra el “jet-lag” y un maltrecho aparato digestivo. Gracias a la Dra. Kathia Tinisaray y al Dr. Daniel Morales del Hospital de Santo Domingo, por su entrega y colaboración durante nuestra estancia y por las palizas de coche que se han dado para que estuviésemos arropados. Eterno agradecimiento a Jennifer Cristina (la Reina de Calceta, a la que espera un brillante futuro como odontóloga) y a su padre, el ingeniero civil Zambrano por sus madrugones, su sonrisa constante y su furgoneta doble cabina a nuestra continua disposición, y gracias a la tía de la Reina por habernos tratado con tanto cariño y habernos alimentado a diario.equipo-cirugia-ecuador

Y, para terminar, al personal del Hospital Aníbal González Álava, que se volcó con nosotros desde el primer día y que ha sido nuestra familia en estas dos semanas: el Director de distrito Dr. Julio Mejía y el Director del Hospital, D. Christian; Alexandra Roldán y su hija Vicky, venidas desde Orellana y que nos ayudaron desde el principio en el filtrado de los pacientes y rellenos de datos de filiación; médicos rurales Erik y Belén, que historiaron a nuestros pacientes (y aprendieron “lo que es una hernia”) y a los que deseo lo mejor en su futuro; Licenciada enfermera Jennifer, que nos ayudó en la realización de los exámenes complementarios y controló el acceso de los pacientes a quirófano; al celador de quirófano, D. Enrique, que nos demostró como se pueden manejar y limpiar dos quirófanos sin pestañear a lo largo de 10 horas cada día; y, finalmente, a l@s Licenciad@s enfermer@s purasangres del quirófano, con una capacidad de trabajo, eficacia y desempeño como no he visto nunca en mi vida, los más jóvenes Jonathan y Carmen y, sobre todo, Olga (la jefa) y Ketty y Yadira, que se han comido los pasillos y los quirófanos sin borrar la alegría y la sonrisa de su cara para que nuestro trabajo fuese un éxito. Y así ha sido.

Gracias a todos y hasta pronto.

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