En los últimos días se ha leído en la prensa malagueña noticias contradictorias acerca del estado de salud de la sanidad en Málaga y por ende, en Andalucía. En este contexto en el que se asegura casi un 20 por ciento más de personal para atender a los pacientes andaluces, se sabe también que una enfermera del Hospital Clínico de Málaga renuncia a un contrato por tener que atender ella sola a 36 pacientes. Noticias enfrentadas como la inauguración del Hospital del Valle del Guadalhorce y el anuncio de que Andalucía vuelve a ser la Comunidad Autónoma que más camas cierra en verano por falta de recursos. La realidad de lo que sucede es bien distinta de lo que se quiere aparentar. Y esta situación no sólo la viven los pacientes, si no también los profesionales sanitarios que día a día dan la cara y luchan para cumplir su primer y máximo objetivo: cuidar de la salud de sus pacientes.
Recientemente se han publicado artículos de opinión de la situación de la sanidad en Andalucía. El pasado sábado, el Director del Instituto Quirúrgico de Andalucía, el Dr. César Ramírez Plaza, sacaba a la palestra «Público y Privado: Una Asociación Necesaria«, una reflexión sobre la inmediata necesidad que hay de que sector público y privado establezcan lazos de colaboración por el bien del paciente. Un texto que dice mucho de la solidaridad de empresas e iniciativas privadas que buscan el bien del conjunto de la sociedad española.
Asimismo, en la jornada que transcurre hemos podido leer: «La Joya de la Corona«, se trata de la reflexión del Dr. Juan Toral, médico de familia que, a pesar de su buen expediente y excelencia profesional (adaptada a los tiempos que hoy corren y es que ofrece una consulta online a través de su blog www.juantoral.com), se ha visto obligado a emigrar y abandonar su tierra. La distancia no es el olvido, y el Dr. Toral sueña con volver a Málaga. Por eso sigue de cerca lo que sucede en el SAS y su artículo es reflejo de lo que viven los jóvenes médicos bien preparados y formados a los que se les ha exigido todo para, ¿nada? Nada no, 1.600 km más lejos de una tierra que amanece día sí y día también con necesidad de más personal sanitario en sus complejos hospitalarios y ambulatorios.
Juan Toral, jienense de nacimiento, malagueño de corazón y canario de adopción, tuvo que hacer las maletas hace más de tres años para no sufrir las innumerables carencias que el SAS ofrece cuando está con la cara lavada, sin maquillaje y sin flashes que deslumbren la realidad de lo que a diario viven miles de familias andaluzas: listas de esperas, quirófanos clausurados, camas cerradas y centros sanitarios que no pueden atender las demandas de salud de los pacientes de la región más completa de España.
