«La técnica contra trastornos del suelo pélvico ha evolucionado mucho»

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Imagen de la publicación en Diario Sur

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El pasado sábado, con motivo de la celebración este jueves 7 de mayo de la IV Jornada de Proctología y Cirugía del Suelo en Hospital Quirón Málaga, Juan José Buiza entrevistó al Dr. César Ramírez Plaza sobre los avances en Suelo Pélvico. En este enlace tienes más información sobre esta Jornada a la que puedes inscribirte de forma gratuita mandando un correo a contacto@iqaquiron.com
A continuación transcribimos el texto publicado en Diario Sur.

El cirujano malagueño organiza unas jornadas con expertos en este tipo de patologías, que muchas mujeres aún sufren en silencio

Formado en la Facultad de Medicina de la UMA, César Ramírez es el único cirujano de la UE con la máxima acreditación europea (EBSQ) en seis especialidades distintas. Director del Instituto Quirúrgico de Andalucía, en los últimos años se ha especializado en el tratamiento de los llamados trastornos del suelo pélvico. Los avances en esta materia son el centro de unas jornadas que tendrán lugar el 7 de mayo en el Hospital Quirón de Málaga.

Dr. César Ramírez Plaza

Dr. César Ramírez Plaza

¿Cuáles son las principales patologías del suelo pélvico?
El suelo pélvico es el conjunto de músculos y tendones que sostienen los órganos de la pelvis. Los trastornos del suelo pélvico afectan fundamentalmente a las mujeres. La musculatura del suelo pélvico sostiene la vejiga, la vagina con el cuello y el cuerpo uterino y el recto y, cuando se debilita, aparecen los trastornos del suelo pélvico: estos órganos se vencen y se hunden. La mujer se va a notar un bulto abajo, normalmente en la zona de sus genitales. Los médicos, con una serie de pruebas, determinamos dónde está el problema y cuál es el tratamiento adecuado.

¿Qué síntomas tienen?
El más importante es la incontinencia o pérdida de orina, sobre todo con el esfuerzo, desde agacharse a tener un golpe de tos. El segundo más frecuente es el estreñimiento o la defecación obstructiva. Y el tercer síntoma es la sensación de tumoración o de bulto: la mujer siente un peso en la pelvis.

¿Cuál es el perfil de la mujer que los sufre?
A partir de los 35-40 años, casi el 20% de las mujeres tienen este tipo de trastorno. Y va subiendo un 10% por cada década de la vida, de forma que a partir de los 60-65 años prácticamente dos tercios de las mujeres lo tienen. Lo que pasa es que muchas de ellas no consultan, por cuestiones de pudor básicamente. Y las que consultan muchas veces no reciben el tratamiento adecuado, porque es un terreno que abarca varias especialidades: la vejiga depende del urólogo, la vagina y el útero del ginecólogo y el recto de los cirujanos digestivos. O se acude a un verdadero especialista o muchas veces el médico se limita es a decirles que se pongan un pañal. Esa no puede ser la solución.

¿Cómo han evolucionado los métodos para detectar estos trastornos?
Mucho. Hoy en día son tres los pilares del diagnóstico. Lo primero es un especialista que integre los conocimientos de urología, ginecología y cirugía digestiva, que esté integrado en una unidad de suelo pélvico, para decidir el mejor tratamiento. Lo segundo son los estudios de resonancia magnética. Y el punto tres son los estudios de ecodefecografía dinámica: son estudios tridimensionales que nos dan una idea de las distintas fases de los movimientos de la pelvis en la mujer. Mientras la mujer hace esfuerzos para defecar u orinar, se le hace un contraste, se ve cuáles son los compartimentos afectados y se detecta dónde está el problema.

¿Hay factores que supongan una predisposición a estos problemas?
Sí. La obesidad es un factor. Los embarazos también, porque producen una presión en la pelvis y debilitan los músculos de la mujer, sobre todo en los partos complicados. Pero hay personas que pueden sufrirlo sin tener esos factores predisponentes.

¿Los tratamientos exigen siempre de cirugía?
Existen técnicas de mejora y reforzamiento de la musculatura, como los abdominales hipopresivos o las maniobras de contracción de la musculatura perineal. Pero la gran mayoría terminan en el quirófano. Los tratamientos han evolucionado mucho. Cada vez hay técnicas menos invasivas, se busca solucionar el problema ocasionando el menor trastorno a la mujer. En lo que más se ha avanzado es en el abordaje abdominal por vía laparoscópica, una cirugía poco invasiva. En las jornadas traemos todos los años a las principales autoridades en este campo, para formar a los médicos, pero también se trata de darle difusión para que las mujeres acudan cada vez más a las consultas.

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