Radiación y Cáncer de Tiroides: ¿una asociación real?

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En numerosas ocasiones podemos acceder a información a través de internet y las redes sociales que alertan de determinadas prácticas perjudiciales para el interés propio, e incluso dañinas para nuestra salud. En este caso en concreto, desde el Instituto Quirúrgico de Andalucía, rescatamos una publicación que, como si de una epidemia se tratara, se ha extendido en miles de usuarios de Facebook alertando a las mujeres de que las mamografías causan cáncer de tiroides.

Pantallazo de publicación falsa difundida en redes sociales

Pantallazo de publicación falsa difundida en redes sociales

Casi el 13 por ciento de los españoles que usan internet (29 millones de personas según el INE en un informe publicado en 2014) acceden a información y/o recomendaciones sanitarias a través de las redes sociales, como Facebook o Twitter. Aplicaciones en las que se han difundido publicaciones como las que se pueden ver en la imagen y que flaco favor realizan en pos de la prevención oncológica.

Con el objetivo de esclarecer esta relación entre cáncer de tiroides y radiación, hablamos con el Director del IQA y experto en cáncer de tiroides, el Dr. César Ramírez. Según afirma, “existen algunos factores de riesgo conocidos” entre los que encontramos “un déficit en la ingesta de Iodo habitual y una exposición elevada a altas dosis de radiación ionizante en la región de cabeza y cuello durante la infancia”. En este sentido, el Dr. Ramírez se refiere a tratamientos de hace más de 50 años que se aplicaban niños que padecían algunas enfermedades benignas y malignas. La única opción era “la radioterapia de cabeza y cuello a altas dosis, y se vio con el paso del tiempo una especial predisposición al desarrollo de cáncer de Tiroides en estos subgrupos de población infantil”.

chernobil 2 Tras la tragedia nuclear de abril de 1986 en Chernobyl, hubo un exceso de radiación durante las dos décadas siguientes en la población de Bielorrusia, norte de Ucrania y suroeste de la Federación Rusa disparando así “la incidencia del cáncer de Tiroides bien diferenciado en los adolescentes de estas regiones, que aparecieron de forma más precoz y con más agresividad en estos niños que en los de otras regiones de Europa y el mundo” afirma Ramírez.

Para el Dr. Ramírez estas dos circunstancias “implican la exposición a dosis ingentes de radiación de la región cervical y sólo en base a ello se justifica la predisposición al cáncer de Tiroides”, y destaca de ellas que la primera de ellas está abandonada en su uso y la segunda es inhabitual y está relacionada con una catástrofe medioambiental puntual.
El Dr. Ramírez resalta que “ni los procedimientos radiológicos de diagnóstico habitual” como son las radiografías simples y tomografías, resonancias y estudios de medicina nuclear; “ni la radioterapia a altas dosis aplicada para el tratamiento de tumores malignos de otras localizaciones (pulmón, mama, esófago, recto, partes blandas de abdomen o extremidades) se ha demostrado que tengan en ningún momento asociación con un mayor riesgo a lo largo de la vida de padecer un cáncer de Tiroides”.

El Director del IQA asegura que en todo momento los profesionales conocen la dosis de radiación que se aplican a un paciente en cada estudio radiológico que solicitan, así como las medidas de protección que fueran necesarias, teniendo siempre en cuenta “el principio de beneficencia o no maleficencia en cada prescripción que hacemos”. El Dr. Ramírez se muestra tajante después de ver en redes sociales lo difundido en la imagen del principio de este artículo: “cualquier asociación que se quiera establecer entre la mínima exposición a radiaciones que la práctica clínica habitual supone para un paciente y un mayor riesgo de cáncer de Tiroides no tiene ninguna base en la evidencia científica y sí en las ganas de protagonismo de bufones televisivos o personas mediáticas carentes de fundamentación médica en su discurso”.

¿QUÉ ES EL CÁNCER DE TIROIDES?
Cáncer de tiroides Para elaborar esta breve guía sobre el cáncer de tiroides, el Dr. Ramírez explica que es uno de los más frecuentes, no sólo del sistema endocrino, sino también de la práctica clínica de los especialistas. Cada año se diagnostican un 7 por ciento de casos más; pero, afortunadamente, se trata de uno los cánceres que con más probabilidad de éxito pueden curar los cirujanos. El Dr. Ramírez lo explica en tres puntos:
1.- Cuando se analizan microscópicamente los cánceres de Tiroides una vez extirpados, se observa que el 90 por ciento son bien diferenciados, del tipo “papilar” o “folicular”. ¿Qué quiere decir esto? Que se parecen mucho al tejido tiroideo normal y ello implica una mayor sensibilidad al Iodo. De de este modo, el Iodo radioactivo a bajas dosis puede acabar con células cancerígenas de origen tiroideo sin generar ningún daño en el resto de nuestro organismo.
2.- El cáncer de Tiroides bien diferenciado es un cáncer de excelente pronóstico, y ello es así aunque se detecte en etapas avanzadas en las que se haya podido ya diseminar a los ganglios linfáticos del cuello o bien a órganos lejanos como el hígado, pulmón y huesos. Con una cirugía de la enfermedad del cuello que extirpe la glándula tiroides y los ganglios de alrededor se estima que el 90 por ciento de los pacientes a los que se diagnostica un cáncer de Tiroides bien diferenciado van a estar vivos, y con muy buena calidad de vida, en un plazo de hasta 20 años desde su diagnóstico. Estas cifras no se han podido alcanzar con el tratamiento de ningún otro tumor de nuestro organismo.

3.- Cuando se analiza el aumento real de su frecuencia, se observa que este incremento se está produciendo a expensas de un porcentaje de diagnóstico mayor de tumores pequeños (menores de 2 cm) y, especialmente de lo que llamamos el microcarcinoma o tumor de menos de 1 cm. Cada vez se están haciendo más pruebas de imagen en nuestro ambiente sanitario y ello está llevando al diagnóstico cada vez más frecuente de nódulos tiroideos en pacientes sin síntomas previos y a la realización de cirugías de tiroides en las que, tras analizar las piezas, los patólogos describen la presencia de cánceres de Tiroides bien diferenciados no sospechados.

20141120_041849 Para el Dr. Ramírez “estamos ante el “cáncer ideal” que puede tener un ser humano, puesto que se suele diagnosticar en etapas tempranas; se puede ofrecer un tratamiento quirúrgico adecuado con intención curativa; existe una alternativa no quirúrgica muy eficaz y poco agresiva cuando la enfermedad está extendida y no se puede extirpar; y el pronóstico de curación y supervivencia es muy bueno”. El Dr. Ramírez confiesa que al informar a sus pacientes que tienen cáncer de Tiroides “y con objeto de evitar el impacto de la palabra cáncer y generar en ell@s una respuesta lo más positiva posible me gusta decirles que si hay que tener un cáncer alguna vez, que sea de tiroides y, además, bien diferenciado”.

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