La cirugía es humanismo con bisturí

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La cirugía es humanismo con bisturí es la entrevista que le realizó Rebeca García – Miña para Andalucía Médica al Dr. César Ramírez Plaza, director del Instituto Quirúrgico de Andalucía. Transcribimos a continuación el contenido de la misma.

Dr. César Ramírez Plaza Lleva toda la mañana viendo pacientes. Cuando nos recibe son las dos de la tarde y roba el escaso tiempo de su almuerzo para atender a Andalucía Médica. Con suerte logrará tomarse una ensalada en la cafetería del hospital Quirón Málaga antes de seguir viendo pacientes hasta el anochecer. En su cara no se atisba un solo signo de cansancio. Al cirujano digestivo Dr. César Ramírez Plaza (Málaga, 1970) se le ilumina la cara cuando habla de su profesión, de sus pacientes y de las dos semanas que ha permanecido en India operando hernias con la ONG Cirujanos en Acción.

Dr. César Ramírez

Dr. César Ramírez

P. ¿Cómo ha sido la experiencia en India?

R. Desde el punto de vista personal y profesional ha sido una experiencia fantástica. He ido con el Dr. Javier Moreno, ambos de Málaga, somos muy amigos y teníamos ganas de hacer un proyecto como éste. Queríamos salir de la rutina y a la vez devolver a nuestra profesión todo lo que nos ha dado. Devolverlo en otro ámbito y a gente muy necesitada. Repito que ha sido una experiencia fantástica a nivel profesional y personal. Hemos disfrutado mucho porque teníamos claro desde el principio a lo que íbamos y a dónde íbamos.

P. ¿Qué conclusiones ha sacado del viaje?

R. Te das cuenta de la miseria y de la falta de asistencia sanitaria a todos los niveles. Allí no existe prevención ni promoción de la salud. Es increíble la carestía que hay en esos países. A esto se añade que el sistema de castas en está muy implantando en India y son muy conformistas con su posición, no luchan por progresar. Hay países como Nepal, Pakistán, Mongolia… que también necesitan ayuda. Quiero seguir llevándolo a cabo pese a que todo esto supone quitarte de en medio dos semanas del trabajo y de la familia. Me ha resultado difícil explicárselo a mis hijos, sobre todo porque yo sólo me cojo una semana de vacaciones al año. Afortunadamente mi mujer, que también es médico, me apoya.

P. ¿Ha fijado ya su próximo destino?

R. Sí, del 2 al 14 de octubre voy a Orellana, en la región amazónica de Ecuador, en una zona indígena. En esta ocasión la ONG Hernia International -a la que pertenece Cirujanos en Acción- me ha designado organizador de equipo. Acudiré con el cirujano pediátrico Dr. Alejandro Unda, colegiado de Málaga y de nacionalidad ecuatoriana, un cirujano austriaco, otro inglés y un anestesista estadounidense. Y pienso repetir otra vez el año que viene.

P. Todos los días que permaneció en India escribió los detalles de cada jornada para publicarlos en el blog ‘Bisturíes Solidarios’. ¿De dónde sacó tiempo?

R. Escribía por la noche. En estos países no es posible hacer turismo porque estábamos en ciudades pequeñas, con malas comunicaciones y poca seguridad. Nos íbamos pronto a descansar así que tenía tiempo de escribir con la frescura de tenerlo todo muy reciente. Me consta que la gente lo siguió con interés porque me llegaba feedback de amigos, familia, pacientes… Etc. En Sur me dijeron que fue uno de los blog más visitados del periódico.

El Dr. César Ramírez atiende a un paciente en el Pushpanjali Hospital de Rewari

El Dr. César Ramírez atiende a un paciente en el Pushpanjali Hospital de Rewari

P. ¿Qué tipo de pacientes se encontró?

R. Lo que se veían aquí hace 60 años. La ONG Cirujanos en Acción se dedica a operar hernias, que es la cirugía que más practicamos en nuestra especialidad. En España las detectamos muy pronto pero allí nos hemos encontrado hernias muy desarrolladas. Como en India hay castas, la más alta vive en la riqueza y puede acceder a la sanidad privada, pero el resto de la población -la de castas inferiores- tiene mal acceso a la sanidad. La sanidad pública allí es espantosa. Tengo que decir en este punto que hemos recibido ayuda de hospitales españoles y de empresas de material quirúrgico. ¡Tanta que nos llevamos material de sobra porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar! En diez días he participado en 68 intervenciones quirúrgicas.

P. Se puede decir que es un médico 2.0. Tiene página web, escribe artículos en diario Sur y es muy activo en las redes sociales Twitter y Facebook. ¿Sirven las redes sociales para mejorar la relación médico-paciente?

R. Claro. El médico que quiera entender que la relación médico-paciente está restringida a las cuatro paredes de la consulta está equivocado. Por supuesto que hay que fomentar esa relación en consulta, pero luego el paciente te tiene que conocer en otros ámbitos. Hoy día, las redes sociales nos sirven para comunicarnos no sólo con otros compañeros de profesión sino además con los pacientes. Las utilizo también para aportar todo el conocimiento que he obtenido a lo largo de mis 15 años de experiencia a la sociedad. Por ejemplo, a través de mi página web o del blog me llegan consultas del extranjero, de personas que no pueden venir a verte pero que necesitan alguna orientación o que les arroje una luz nueva ante sus problemas. En absoluto lo hacemos desde mi equipo con afán mercantilista sino para echar una mano en lo que podamos y para que se vea que el compromiso con los pacientes va más allá de la consulta. De hecho, ya hay muchos pacientes a los que, si no necesito explorarlos, les hago el seguimiento por mail o incluso por WhatsApp. Muchos compañeros no quieren dar su móvil pero yo tengo mi móvil personal a disposición de mis pacientes [Me enseña su tarjeta de visita para que compruebe que tiene el número de móvil impreso] y contesto a todos los mensajes. A veces tardo varias horas en responder porque estoy en quirófano o consulta pero considero que ese trato directo y personal es necesario.

P. Dentro de su página web tiene una sección denominada PACIENTES en la que aparecen multitud de cartas de agradecimiento de pacientes suyos. ¿Cuáles son las claves para tener una buena relación con los pacientes?

R. La cirugía es humanismo con bisturí. La clave es una nada más: atender bien a los pacientes es igual que atender bien a las personas. El que vienen a mi consulta tiene la incertidumbre de si se tiene que operar y una intervención es algo trascendental en la vida de una persona… Empatía. La profesión médica hoy día tiene muchos médicos bien formados pero que no son capaces de tener empatía, de ganarse al paciente y de lograr que el paciente se sienta cómodo. Hasta ahora el médico era una figura pasiva en su consulta, hoy día el facultativo tiene que participar de forma activa en la sociedad. Esto ha cambiado totalmente y es la medicina del siglo XXI.

P. Es jefe de Servicio en el Hospital QUIRÓN de Málaga y trabaja en el Virgen del Rocío en Sevilla, ¿Cómo se vive a caballo entre dos ciudades?

R. Se vive mal y lo vive mal mi familia. Tengo tres hijos y todos los días les privo durante cuatro horas de la presencia de su padre porque es el tiempo que tardo en trasladarme. Es lo único que llevo mal de mi trabajo porque esas cuatro horas no van a volver nunca. Me resulta difícil de entender que una persona con mi cualificación profesional tenga que vivir de esta manera y sufrir este maltrato. He de añadir que ejerzo mi trabajo en la sanidad pública con limitaciones porque no puedo tener un proyecto profesional ya que no puedo ejercer a jornada completa por culpa del desplazamiento diario al que me veo forzado. Paralelamente, sí he conseguido desarrollarme profesionalmente en la sanidad privada donde dirijo un Servicio compuesto por nueve cirujanos. Aquí he podido demostrar mi valía porque me dejan desarrollar mi proyecto.

P. Cambiamos de tercio. Tiene tres hijos, ¿cómo consigue conciliar la vida familiar con la laboral?

R. No puedo conciliar. Eso debería ser un derecho inviolable de cualquier profesional y a mí se me prohíbe obligándome a desplazarme 500 kilómetros todos los días para ejercer mi trabajo. No tengo conciliación.

P. ¿Cuáles son sus aficiones? ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

R. Siempre he hecho mucho deporte. Corro una o dos veces a la semana porque puedo hacerlo solo y no dependo de nadie. Me gusta la soledad del corredor de fondo. También es cierto que cada vez lo hago menos porque el poco tiempo libre del que dispongo lo dedico a mi familia.

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