El Dr. Ramírez se muestra como un firme defensor de la sanidad pública. No obstante, confiesa las carencias de lo público. En este sentido destaca las listas de esperas, que si bien “son necesarias para el acceso universal y equitativo”, también supone un obstáculo ya que en algunos casos “lo bueno para el sistema no lo es para el paciente”. De esta forma, el Dr. Ramírez asegura que esa es la gran piedra del camino: “el tiempo de espera para acceder a ella”. Como solución propone menos verticalidad en la organización. Esto es mayor comunicación entre el médico de cabecera y el especialista. Así, las pruebas diagnósticas se podrían realizar antes. Hoy “los plazos no son los deseables y eso conlleva retrasos que provoca que la gente no se cure o llegue tarde a curarse”, siendo necesarios más recursos de lo que originalmente hubiera necesitado el paciente.
Entre otros temas, Recio pregunta al director del IQA sobre el turismo sanitario. Un asunto que el Dr. Ramírez “no ve muy claro”, pues se quiere vender una imagen de paciente que busca sol, y lo que realmente le preocupa a quién esté enfermo es “un buen hospital, no el buen tiempo”.
Destaca en esta entrevista lo comprometido que está el doctor César Ramírez con la sanidad y con Málaga. Ya que, además de dedicarse a la sanidad pública en Sevilla, continúa tratando en el Hospital Quirón a todos los malagueños. Muchos de estos, fueron pacientes que protestaron ante la marcha del Dr. Ramírez del mismo ramo en Málaga.
A pesar del sacrificio que esto supone para él y para su familia, el Dr. Ramírez no pierde la esperanza de volver a trabajar en la sanidad pública en su ciudad natal, Málaga. Asegura que este cambió en su profesión le sirvió para redirigir su carrera y fundar en el Hospital Quirón de Málaga el Instituto Quirúrgico de Andalucía; un equipo de grandes profesionales que trabajan por la salud de todos.