¿Qué son las úlceras por presión?
En las personas ancianas o enfermas que cuidamos es frecuente la aparición de enrojecimientos o lesiones en la piel provocadas principalmente por el roce, presión y humedad. Estos enrojecimientos, erosiones o heridas se llaman úlceras por presión.
Las úlceras por presión son áreas de piel que aparecen por permanecer en una misma posición durante un tiempo prolongado. Generalmente aparecen en zonas donde los huesos están más cerca de la piel, como los tobillos, los talones y las caderas.
Su aparición está relacionadas con varios factores como son: estado mental, incontinencia, movilidad, nutrición y actividad. El riesgo es mayor si la persona está encamada, utiliza una silla de ruedas o no puede cambiar de posición por sí misma.
¿Cómo prevenir las úlceras por presión?
Existen una serie medidas preventivas primarias para evitar la aparición de úlceras por presión; vamos a repasarlas:
1. Controlar el tiempo de apoyo o de presión en determinadas zonas:
- – Realizar cambios posturales en pacientes encamados cada 2-3 horas espaciándolos por la noche para favorecer el descanso.
- – Usar medidas locales en el alivio de la presión. Por ejemplo, con apósitos de espuma de poliuretano.
- – Utilizar superficies especiales de apoyo, según el estado del paciente, como colchones de aire, cojines, etc
- – Aprovechar las posibilidades del paciente para moverse por sí mismo.
2. Controlar la humedad y la limpieza de la piel:
- – Utilice jabón neutro.
- – Lave la piel con agua tibia, aclare y realice un secado meticuloso sin friccionar.
- – No utilice sobre la piel ningún tipo de alcoholes.
- – No realice masajes directamente sobre prominencias óseas y zonas enrojecidas.
- – Preferentemente utilice ropa interior de algodón.
- – Cambie el pañal o absorbente siempre que esté húmedo.
- – Utilice en zona perineal y glútea pomadas que protegen la piel de la humedad.
3. Hidratar la piel con crema hidratante (tipo body milk), procurando una completa absorción. En zonas de riesgo (talones, sacro, cadera) es aconsejable utilizar aceites especiales compuestos de ácidos grasos hiperoxigenados que estimulan la microcirculación sanguínea, evitan la deshidratación y mejoran la elasticidad de la piel.
4. Llevar una alimentación equilibrada, rica en proteínas y vitaminas
5. Beber abundantes líquidos, aproximadamente 1,5 litros al día: agua, leche, infusiones, zumos, caldos.
Las úlceras por presión son bastante frecuentes en el anciano, no debemos sentirnos culpables si aparecen, particularmente si existen los factores de riesgo antes mencionados. La prevención es fundamental para evitar su aparición.
No dude en solicitar el asesoramiento de su enfermera.