Prevenir el resfriado común. La gripe y el resfriado común están producidos por virus muy contagiosos que presentan síntomas similares e infectan a muchas personas. El resfriado común infecta la nariz y la garganta, mientras que la gripe ataca el sistema respiratorio. Ambas enfermedades a pesar de ser las de mayor prevalencia del mundo, desaparecen solas, aunque en algunos casos pueden agravarse bastante.
Se transmiten principalmente a través del contacto directo, por lo que resulta muy difícil aislarse completamente de cualquier posibilidad de contagio. Durante los meses de otoño e invierno, se producen con frecuencia aglomeraciones de gente en espacios cerrados y, a través de la tos o un estornudo, el patógeno del resfriado se propaga por el aire y pasa de una persona a otra. Además, el virus también se puede adherir a los objetos. Cuando otras personas los tocan, el patógeno puede pasar de las manos a la boca o la nariz.
Desafortunadamente, un resfriado no se puede prevenir completamente. Sin embargo, tener un sistema inmunitario fuerte, una buena higiene y un estilo de vida saludable, además de atacar los primeros síntomas desde que aparecen, puede ayudar a reducir la probabilidad de sufrir un caso grave de refriado o de gripe, o evitar ambos por completo.
Los siguientes consejos pueden ayudarte.
Practicar una buena higiene
- Lávate las manos: es una de las medidas más sencillas y más efectivas para prevenir los resfriados, ya que reduce la proliferación de las bacterias y virus en espacios o superficies comunes. Usa un desinfectante de manos si no puedes encontrar jabón ni agua.
- No te toques la cara: los ojos, la nariz y la boca son las zonas del cuerpo más sensibles para la entrada de organismos patógenos.
La tendencia de los niños a tocarse el rostro hace que sean blancos fáciles para este tipo de bacterias, y por eso suelen pasar más tiempo resfriados que los adultos. Además, los pequeños son más contagiosos que los adultos durante los dos primeros días de enfermedad.
- Cúbrete la nariz y la boca: pon una mano o un pañuelo de papel sobre tu boca y tu nariz cuando tosas o estornudes. Cubrirte al estornudar o al toser reduce el riesgo de transmitir los gérmenes y los virus.
Considera la posibilidad de usar la articulación del codo al toser o estornudar, lo cual podrá evitar la contaminación de tus manos.
Tira inmediatamente el pañuelo de papel usado y lávate las manos. También debes lavarte las manos después de toser o de estornudar en ellas.
- Cuidado con los espacios cerrados: hospitales, aeropuertos y transportes públicos atestados. Estos son tres de los lugares donde es más posible pillar un resfriado, ya que en ellos, la concentración de gente es muy alta y la posibilidad de contagio, mucho mayor. Así que, alejarte de las multitudes o de los lugares saturados puede reducir tu riesgo de contraer cualquier virus. Lávate las manos después de tocar superficies en lugares llenos de personas. Por ejemplo, los pomos de las puertas (en especial los de los baños) son superficies en las que el virus del resfriado o de la gripe puede sobrevivir. Si te sientes ligeramente enfermo, quédate en casa al menos un día para reducir el riesgo de transmitir el resfriado o la gripe a otros o de que tu enfermedad empeore al contraer otro virus.
- Desinfecta los espacios compartidos: el virus del resfriado o de la gripe se puede trasmitir rápidamente en las superficies y en los espacios compartidos, especialmente en los baños y en las cocinas. Desinfectar estas áreas puede prevenir su trasmisión.
Fortalecer tu sistema inmunitario
A diferencia de la gripe, no hay ninguna vacuna contra el resfriado común. La mejor manera de prevenirlo es adoptar buenos hábitos de higiene y tener cuidado de la salud en general
- Evita entrar en contacto con personas enfermas: Trata de evitar la cercanía o el contacto prolongado con alguien que sepas que tiene un resfriado o que muestre los síntomas de un resfriado. Esto puede impedir que cualquier bacteria o virus invada tu organismo y haga que te enfermes. Si la persona enferma vive contigo, no compartas el mismo espacio mientras esté enferma.
- Usa tus propios utensilios: asegúrate de no compartir los utensilios con nadie enfermo. Esto puede reducir el riesgo de que las bacterias o los virus invadan tu organismo. Lava cualquier utensilio del que no estés seguro utilizando agua caliente o, mejor aún, un lavavajillas.
- Lleva una dieta saludable: que sea variada y equilibrada y con predominio de fruta y verduras frescas. El organismo necesita fitoquímicos, vitaminas y oligoelementos. Debes saber que la vitamina C en comprimidos no previene del resfriado, es más saludable obtener esta vitamina a través de los alimentos.
- Realiza ejercicio físico: evita el sedentarismo. Realizar ejercicio moderado de forma regular (natación, pasear, running…) refuerza las defensas.
- No te estreses: una persona estresada es la víctima perfecta de las bacterias del resfriado. Cuando estamos más nerviosos de lo habitual, nuestro sistema inmunológico comienza a debilitarse.
Cuidarte durante los primeros síntomas
- Mantén tu cuerpo hidratado: bebe suficiente líquido para reemplazar los que has eliminado a través de la fiebre o de la producción de moco. Mantenerte hidratado puede hacerte sentir mejor y reducir el riesgo de que la enfermedad empeore. Toma agua, jugo, caldo o tés y evita bebidas que contengan cafeína ya que pueden deshidratarte y agravar los síntomas. Evita los cambios bruscos de temperatura y las bebidas excesivamente frías, con hielos, o demasiado calientes.
- Toma sopa de pollo: los estudios actuales demuestran que el antiguo remedio casero de la sopa de pollo puede mantener a raya el resfriado y aliviar los síntomas. Puede aliviar la congestión, prevenir la deshidratación e incluso el vapor proveniente de la sopa puede ayudar a aliviar los síntomas, ya que actúa como un antiinflamatorio en el organismo.
- Evita el alcohol y el tabaco: pueden empeorar un resfriado o una gripe. Eliminar o limitar estos productos puede reducir la duración de los síntomas y ayudar a prevenir las complicaciones.
- Alivia tu garganta con agua salada: hacer gárgaras con una solución salina sencilla puede aliviar el dolor de garganta. Si bien los beneficios son temporales, puedes usarlo como remedio para combatir la inflamación.
- Evitar medicamentos innecesarios: no existe un tratamiento efectivo para tratar el resfriado. Los tratamientos con fármacos solo están enfocados a mitigar los síntomas. Los analgésicos pueden aliviar el dolor de garganta y los dolores musculares y los productos como las pastillas y los aerosoles con eucalipto o alcanfor también pueden aliviar la congestión.
Debe saber además, que la vacuna de la gripe no protege contra el resfriado común, solo es efectiva para prevenir la gripe.
- No confíes en los antibióticos: aunque jamás deberíamos automedicarnos bajo ninguna circunstancia, tenemos que recordar que los antibióticos acaban con las bacterias y no con los virus, por lo que presionar al médico para que nos los proporcione no sólo es inútil, sino contraproducente, ya que puede terminar con las bacterias que forman parte de nuestras defensas.
- Descansa lo suficiente: esto puede aliviar los síntomas y hacer que te recuperes más rápido de un resfriado o de una gripe. No vayas al trabajo o a la escuela y quédate en casa, especialmente si tienes fiebre. Descansar lo suficiente también reduce el riesgo de que contagies a tus familiares, amigos o colegas.
Duerme en una habitación cómoda, tibia y ligeramente húmeda para aliviar la congestión y la tos y con la cabeza elevada en la almohada.
Duerme al menos 8 horas cada noche y toma siestas. Esto puede ayudar a tu sistema inmunitario a combatir cualquier virus del resfriado o de la gripe en desarrollo.
* Artículo escrito por Laura Reyes, editora del blog Cuidadoras de la Luz y enfermera.