Primavera y salud. Lo primero que pensamos es en las alergias. Pero la primavera y la salud tienen también una connotación positiva y es que la primavera mejora el estado de ánimo. Esto es así porque es en esta época del año cuando comenzamos a tener mayor cantidad de luz. Diferentes estudios han demostrado que el aporte de vitamina D que recibimos con la luz solar influye de forma positiva en el sistema endocrino. El sistema endocrino se encarga de producir y regular hormonas, y gracias a la vitamina D producimos más melatonina y serotonina, entre otras.
Primavera y salud: ¿Cómo mejora el estado de ánimo?
La melatonina y la serotonina provocan sensación de bienestar en nuestro cuerpo además de promover que tengamos una actitud proactiva ante la vida y los diferentes planes laborales y sociales. Ya lo decía la enfermera Laura Reyes Carrillo en su artículo publicado en esta web el clima afecta a nuestro estado de ánimo. Y es que en estaciones con menos horas de luz solar es habitual encontrar personas con TAE (Trastorno Afectivo Estacional). La serotonina está directamente relacionada con la cantidad de luz solar, y es que los niveles aumentan al amanecer y disminuyen en el ocaso. Por esta razón es en primavera cuando los niveles de serotonina empiezan a aumentar.
La influencia de la serotonina
Los niveles de serotonina se mantienen altos mientras haya horas con luz solar. Aunque es cierto que en primavera no tenemos la mayoría de horas solares, sí que los rayos de sol empiezan a incidir más brillantes, y poco a poco los días se van alargando. Primavera y salud son dos términos asociados a la alergia, pero sin embargo, la función cerebral tiene una carga positiva de la que poco se habla. Al liberarse más cantidad de serotonina estamos más felices y con ganas de hacer cosas. Además, al hacer mejor tiempo, aumentan los planes al aire libre, aumentando así nuestros niveles de la hormona de la felicidad por estar más expuestos al sol.
Primavera y Salud. Alergias.
Aunque la alergia sucede a lo largo de todo el año, es en primavera cuando más cantidad de personas las padecen. La más común es la alergia al polen. En España un 20 % de la población adulta e infantil es alérgica al polen. Los síntomas de la alergia son los siguientes:
- Congestión nasal.
- Picor de ojos y nariz.
- Dificultad al respirar.
- Ojos llorosos y enrojecidos.
- Mucosidad acuosa nasal.
- Estornudos frecuentes.
Para evitar que afecte demasiado es imprescindible conocer las concentraciones de polen de dónde se reside, así como de las zonas que solamos frecuentar. La concentración suele ser menor en zonas marítimas y edificios; y mayor en días de viento y mucho sol. Además, hay otras recomendaciones como estas:
- Cerrar las ventanas por la noche.
- Pulverizar agua por las habitaciones antes de acostarse.
- Usar filtros para los aparatos de aire acondicionado.
- Usar gafas de sol.
- Consumir comidas sin especias ni picantes; tomar té, ingerir antioxidantes naturales como los frutos rojos, la cebolla, el pimiento o el perejil, entre otros; comer alimentos altos en Omega-3; y llevar una dieta mediterránea baja en sal.