¿Cuál su causa?
La mayoría de los trastornos motores se deben a un aumento o disminución de la contractilidad de la musculatura esofágica. En otros casos el problema radica en el esfinter esofágico inferior (válvula localizada en la parte final del esófago), que puede tener problemas porque no se abra adecuadamente o porque esté aumentada su presión , provocando en ambos casos dificultad al paso del alimento.
¿Cómo se diagnostican?
La prueba principal para el diagnóstico es la manometría esofágica., cuyo objetivo es ver si el esófago se está contrayendo y relajando apropiadamente
Durante la manometría esofágica, se pasa una sonda delgada y sensible a la presión a través de la nariz hasta el estómago. Cuando la sonda esté en el esófago, le pedirán que trague y se medirá la presión de las contracciones musculares a lo largo de varias secciones de la sonda. Mientras el tubo está en su lugar, se pueden efectuar otros estudios del esófago.
Otras pruebas que se pueden realizar es esofagograma (radiografía con papilla de bario), endoscopia digestiva y ph metria esofágica. Esta última mide la presencia de ácido procedente del estómago en el esófago, así como el número de veces que ocurre.
¿Qué síntomas produce la acalasia?
Los síntomas se presentan gradualmente y son los siguientes:
- Dificultad para tragar alimentos sólidos. La ingestión de líquidos no se ve afectada en las primeras etapas.
- La regurgitación o vómitos de alimentos no digeridos.
- Dolor en el pecho, molestias o sensación de llenura debajo del esternón, especialmente después de las comidas
- Dificultad para tragar sólidos y líquidos (al final de la enfermedad).
- La pérdida de peso (al final de la enfermedad).
¿Tratamiento de la acalasia?
Existen diversos tipos de tratamientos médicos (dilatación neumática, toxina botulínica) que no solamente no son curativos sino que pueden dificultar la realización de una cirugía posterior.
La técnica quirúrgica se denomina cardiomiotomía de Heller y su objetivo es reducir la presión del esfínter esofágico inferior para que la comida pase al estómago con mayor facilidad. Consiste en el corte longitudinal de la capa muscular r del esófago (miotomía) en una longitud variable (5-10 cm). Para evitar el reflujo se asocia un procedimiento antirreflujo.
¿Se puede realizar por vía laparoscópica?
En la actualidad el tratamiento quirúrgico de la acalasia se puede realizar por laparoscopia, con las ventajas de la cirugía minimamente invasia: menor dolor, recuperación más rápida, menor riesgo de infección de herida y de hernias de la pared abdominal.
Síntomas del diverticulo de Zenker
La forma de presentación es, generalmente, con molestias en el cuello, abundante salivación, sensación de la presencia de un cuerpo extraño en el cuello al deglutir y de que los alimentos
quedan detenidos en el cuello. Cuando el divertículo adquiere un tamaño considerable, la dificultad para tragar aumenta, los alimentos no digeridos y retenidos en el divertículo vuelven hacia la boca, aparecen cambios en la voz, tos y expectoración por infecciones pulmonares por pasaje de restos de alimentos al los pulmones. La pérdida de peso es también de aparición frecuente.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es sencillo y se realiza con esofagograma (“papilla con bario”) que pone de manifiesto la presencia del divertículo.
¿Cúal es el tratamiento?
El único tratamiento que existe es el quirúrgico y se recomienda realizarlo a todos los pacientes, ya que casi todos los divertículos de Zenker aumentan de tamaño con el transcurso del tiempo.
La operación se realiza a través de una pequeña incisión en la región lateral del cuello por la que se accede al esófago. Se realiza una sección del músculo cricofaríngeo (miotomía cricofaríngea) combinada con la extripación del divertículo (diverticulectomía). Los divertículos grandes también pueden ser suspendidos, en lugar de resecados (diverticulopexia).
De igual manera que otros divertículos esofágicos, es decir, mediante la realización de un esofagograma que pone de manifiesto la presencia del divertículo en la zona distal del esófago.
¿Cuál es el tratamiento del divertículo epifrénico?
La presencia de un divertículo no debe considerarse una indicación para la cirugía. El cirujano debe evaluar los riesgos relacionados con la cirugía, los beneficios potenciales, y evaluar detenidamente los síntomas del paciente. La cirugía solo se justifica cuando los síntomas causan incapacidad moderada o grave, o cuando la condición se acompaña de complicaciones potencialmente mortales, como neumonías recurrentes por aspiración.
El tamaño del divertículo no está estrictamente relacionado con la gravedad de los síntomas, por lo que no debe considerarse una justificación para el tratamiento.
El objetivo de la cirugía es el tratamiento del trastorno motor y la extirpación del divertículo. Para ello se realiza una sección de las fibras musculares esofágicas (miotomía), que se completa con una funduplicatura parcial para evitar el riesgo de reflujo gastroesofágico.
¿Este tratamiento se puede realizar por vía laparoscópica?
El abordaje laparoscópico para la resección de los divertículos epifrénicos, debe considerarse hoy como el tratamiento quirúrgico de elección para la mayoría de los pacientes. El abordaje toracoscópico debe utilizarse en aquellos que tienen divertículos gigantes o muy altos.