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CIRUGÍA DE LA PARED ABDOMINAL

¿Qué es una hernia?

Es una protrusión anormal de órganos internos, por lo general el intestino, a través de una zona débil de la pared muscular.
Las hernias según su localización pueden ser:

  • Hernia inguinal: aparece como una protusión en la ingle, pudiendo llegar hasta el escroto. Este tipo es más frecuente en los hombres que en las mujeres (proporción 12/1). La frecuencia aumenta con la edad en los hombres, mientras que en la mujer a partir de los 40 años se mantine constante. Pueden aparecer de novo o en un paciente ya operado previamente. En este último caso sería una hernia inguinal recidivada o reproducida.
  • Hernia crural: se localiza también en la ingle, por debajo del pliegue inguinal. Suelen ser de menor tamaño, de consistencia más dura y dolorosa. Este tipo es más frecuente en las mujeres.
  • Hernia umbilical. Hernia epigástrica: Son muy frecuentes y, como su nombre indica, aparecen en el ombligo o por encima de él. Casi siempre su aparición se relaciona o con un embarazo o con un aumento de peso.

Hernia Umbilical

  • Hernia de Spiegel: son aquellas hernias que salen a través de un defecto de la fascia spigeliana. La mayoría de estas hernias aparecen por debajo del nivel del ombligo y lateral al mismo. El orificio herniario suele ser pequeño (1-3 cm) y su contenido habitual suele ser intestino o grasa del interior del abdomen.

¿Qué es una eventración?

Eventración

Es la protusión de órganos internos (estómago, colon, intestino, etc) a través de una herida quirúrgica del abdomen yacicatrizada, quedando alojada debajo de una cicatriz. El 70 % de las eventraciones aparecen durante el primer año tras la intervención, sobre todo a partir del séptimo mes.

 

¿Qué síntomas produce una hernia?

Además de las alteraciones estéticas secundarias a la protusión o “bulto”, que puede aumentar de tamaño con los esfuerzos, el paciente puede notar dolor contínuo o intermitente. En algunos casos la hernia puede desaparecer espontáneamente o presionando sobre ella. Esto no significa curación, sino que simplemente se ha reducido transitoriamente. No es raro que el paciente manifieste una sensación de molestia centroabdominal nauseosa al realizar esfuerzos. En los casos de hernia inguinal el 77 % de los pacientes presentan ningún o poco dolor, el 20 % algún dolor y el 3 % grandes molestias.

Una hernia incarcerada es simplemente una hernia irreductible (parte del contenido intestinal ha salido a través del orificio herniario quedando retenido en él). Una hernia incarcerada puede estar estrangulada en cuyo caso se vuelve muy dolorosa pudiendose poner en compromiso el contenido intestinal o graso de la hernia, por lo que se considera una urgencia quirúrgica que en ocasiones y si se demora la asistencia a urgencias puede llevar a la realización de una resección de intestino. En este último caso, el paciente nota un dolor súbito abdominal y endurecimiento de la hernia, generalmente tras la realización de un esfuerzo, que puede acompañarse de vómitos y estreñimiento.

¿Cómo se diagnostica una hernia o una eventración?

En el momento que sospeche que tiene una hernia o eventración debe acudir a su cirujano, el cual podrá diagnosticarla en el 95 % de los casos con la exploración manual acompañada de una simple maniobra de esfuerzo por parte del paciente. En el caso de la eventración su diagnóstico se simplifica, ya que presenta una cicatriz previa en la que se puede palpar un defecto a modo de anillo en la pared abdominal, o producirse protusión.

En muy pocos casos y en situaciones de duda puede ser necesario la realización de una ecografia abdominal, prueba totalmente indolora, en la que el radiólogo intentará medir el tamaño del orificio de la hernia y las características de su contenido.

¿Cuándo debo operarme de la una hernia o eventración?

La respuesta es siempre, si las condiciones generales del paciente lo permiten. Las hernias representan el 60 % de las bajas laborales originadas por una patología quirúrgica durante el periodo laboral de cualquier persona. Las molestias y el dolor obligan al paciente a la no realización de esfuerzos, con el riesgo de que ésta aumente de tamaño o sufra un episodio de estrangulamiento. En ocasiones una hernia o eventración no tratada y dejada a su libre evolución, con el paso de los años puede ir creciendo de manera que alcance un tamaño excesivamente grande que dificulte o impida la reparación de la misma.

El uso de bragueros no debe considerarse un tratamiento alternativo a la reparación quirúrgica, ya que además de la molestias derivadas del uso del mismo, no previene las complicaciones de la hernia.

En la actualidad las diferentes técnicas anestésicas en cirugía electiva producen una mortalidad casi de cero, por lo que no debe denegarse la intervención a un paciente por problemas médicos ni de edad.

¿En qué consiste la intervención?

En la mayoría de ocasiones la intervención se realiza bajo anestesia regional. Consiste en el cierre del defecto herniario mediante la colocación de una malla de material perfectamente tolerado por el organismo.

El objetivo de la cirugía de la hernia y de la eventración es su curación definitiva (nuestra tasa de reaparición de la hernia es menor al 1%). Pero ello debe combinarse con unos buenos resultados estéticos, mediante la realización de heridas quirúrgicas de pequeña longitud, y suturas cutáneas propias de la cirugía estética. Todo esto posibilita un postoperatorio confortable, y una reincorporación mucho más rápida a la actividad cotidiana y laboral.

¿Se puede realizar por laparoscopia?

Sí. Nuestro equipo cuenta con la formación y los medios necesarios para realizar la intervención quirúrgica mediante laparoscopia, tanto de la hernia inguinal como de la eventración.

Una valoración cuidadosa de cada paciente servirá para indicar la técnica más apropiada a su caso. En principio, son candidatos a la cirugía laparoscópica los pacientes con una hernia inguinal recidivada o aquellos con hernia bilateral.

En cuanto a la eventración, si es de mediano o pequeño tamaño el tratamiento con esta técnica consigue excelentes resultados.
Se procede igualmente a la colocación de mallas pero con la única realización de 3 incisiones de aproximadamente 1 cm.

Es posible que le permita un retorno más rápido al trabajo y a las actividades normales con una reducción del dolor.

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